Hola soy Serafín!
Tengo en mi memoria el momento en que mi hermano me regaló mi primera cámara, una Zenit. El sonido del obturador era muy seco, el disparo tenía un sonido muy metálico con esa cámara. Sentía como si el instante que fotografiaba se hiciera más inmortal en la memoria. Y empecé a hacerle fotos a mi abuela, fotos de sus manos y de su sonrisa; luego fotos del resto de mi familia y amigos.
Después a los veinte años llegué a Madrid, a estudiar Imagen en la facultad y me abrí al mundo, seguía fotografiando sonrisas de amigos, sonrisas de felicidad y decidí hacerme profesional de la fotografía.
Siempre me ha gustado hacer sentirse bien a las personas delante de la cámara, a veces provocando la sonrisa y a veces disparando sin que lo supieran, registrando momentos de la vida de las personas que se transforman en momentos eternos.
Para mí, la fotografía es inmortalidad, es detener un instante para la eternidad.
Mi mirada la dirijo para retener el gesto de un actor, la pose de una modelo, la sonrisa de un niño, el evento de una empresa, la luz de un interior, la alegria de una vida en común.
Y sigo, después de 30 años, con la misma ilusión fotografiando con creatividad, confianza y generosidad. Agradeciendo a la vida escuchar el sonido del obturador que me revela un instante eterno.